El criterio preventivo que consiste en educar desde lo positivo, despertando y aprovechando las energías sanas de la persona, desarrollando:
- El deseo de aprender.
- El sentido de la propia dignidad.
- La alegría vivida en lo cotidiano.
- La atracción de las cosas nobles, bellas y útiles.
El ambiente educativo cuyos rasgos característicos son:
La relación educativa que reconoce el carácter único y la historia singular de cada persona y se traduce en:
La opción por el grupo como experiencia educativa en sí misma y como metodología que facilita:
- La personalización.
- La comunicación.
- El compromiso.
- La experiencia de Iglesia.
El educador identificado con la propuesta educativa salesiana:
La persona formada con el modelo educativo salesiano: