Decálogo para un futuro sin hambre

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El 10 de octubre de 2017, en Santiago de Chila,  la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) junto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), publicaron el "Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional de América Latina y el Caribe 2017"

.En comparación con el triénio anterior 2,4 millones de personas más pasan hambre en la región alcanzando un total de 42,5 millones de personas. Esto sería equivalente a afirmar que la población de un país como Argentina no contara con la cantidad suficiente de alimentos para cubrir sus necesidades calóricas diarias.

Argentina, Ecuador, El Salvador, Perú y especialmente Venezuela que aumentó la subalimentación en 3,9%, con respectro al trienio anterior, fueron los 5 países en donde el índice de seguridad alimentaria disminuyó en lugar de mejorar, como se esperaba para lograr la meta de de que que América Latina y el Caribe, erradicará el hambre y la malnutrición en 2030, como se estableción en el segundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

El índice muestra en realidad un panorama heterogéneo, pues en realidad 21 países de Latinoamérica si lograron una disminución del índice de subalimentación. Brasil, Cuba y Uruguay son los países con menor proporción de personas subalimentadas, con menos del 2,5% de la población, un porcentaje que se mantiene igual al menos desde 2010, seguidos por Argentina, Chile y México, con un porcentaje inferior al 5%, aunque en el caso del primero de estos tres países su índice disminuyó de 3.4 a 3.6 %.

En el otro extremo de la lista se encuentra Haití, el país más pobre del continente, que disminuyó su índice de desnutrición del 48,2% a un 46,8% en el último trienio. Lo siguen Bolivia con un 20,2%, Nicaragua, con un 17% y Honduras, con un 14,8%.

El 16 de octubre, sólo seis días después de la publicación, el papa Francisco acudió a la sede de la FAO en Roma, con motivo de la Jornada Mundial de la Alimentación, y en su discurso ante los problemas de la inseguridad alimentaria entre las poblaciones más pobres del planeta, hizo un llamado a poner freno a las guerras y a la degradación medioambiental, principales obstáculos en la lucha contra el hambre, y en cambio invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural.

Por su parte Cáritas de España y Manos Unidas publicaron el siguiente decálogo para un futuro sin hambre:

DECÁLOGO PARA UN FUTURO SIN HAMBRE
Cáritas Española y Manos Unidas

1. Contribuirás a que todas las personas sobre la tierra tengan suficiente para comer.
¿Basta con que tú, tu familia, tus amigos y todo el mundo en España estén bien alimentados? ¿O todos los hombres, mujeres y niños del mundo tienen derecho a comida adecuada? Esto en cualquier caso, es lo que en 1966 sentaba un tratado internacional, aprobado unánimemente por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Y aunque existe suficiente comida para todos, una de cada 7 personas en el mundo sufre hambrunas. Un escándalo.

2. No especularás con el pan de tu vecino.
Los fondos de inversión reciben millones de beneficios especulando con el aumento de los precios de la comida. El German DekaBank abandonó recientemente este tipo de negocio. ¿Se sumarán a de esta práctica más bancos y fondos de inversiones? ¿Por qué no preguntas a tu propio banco si están asumiendo su responsabilidad social y están evitando negocios especulativos con productos alimentarios como la soja, el maíz o el trigo?

3. No rellenarás tu depósito con la comida que las personas hambrientas necesitan comer.
La producción de biodiesel utiliza, y sobreutiliza tierra fértil; pero, y en general, los recursos agrícolas como la tierra o el agua son limitados. Esto también lleva a un aumento de los conflictos por la tierra e, incluso, a veces causa el desplazamiento forzoso de los agricultores a pequeña escala.

4. Honrarás la tierra y trabajarás para combatir el cambio climático, para que vivas una vida larga y a que tú y todo el mundo en la Tierra tengais una vida mejor.
Hoy ya nade niega la realidad del cambio climático. Sin embargo, sabemos muy poco sobre los efectos devastadores en el suministro de lluvia lleva a sequías de larga duración. Las inundaciones destruyen el suelo a largo plazo y contribuyen a la erosión del terreno. Al mismo tiempo, para millones de personas, el agua potable es cada vez más escasa. Se necesita urgentemente un tratado internacional de protección climática con objetivos ambiciosos.


5. Vivirás de manera que tu estilo de vida no sea a costa del de otros.
¿Qué tiene que ver tu estilo de vida con el hambre de las personas de otros países? Por ejemplo es el responsable de la destrucción medioambiental, el cambio climático y la explotación de recursos vitales. Quien cambie su estilo de vida y sigab uno más responsable, hace también una contribución a largo plazo para mejorar las circunstancias de muchas personas con hambre. Por ejemplo, puedes comprar más productos de comercio justo, reutilizar en vez de tirar, utilizar aparatos de eficiencia energética, moverte más en bici y en transporte público, etc.


6. No codiciarás la tierra ni la propiedad de tu vecino.
Los inversores extranjeros están haciéndose con enormes áreas de terreno en África, Asia y Europa del Este a precios muy bajos. Esta apropiación de terrrenos beneficia a los países ricos a los que se exportan los productos cultivados en esos terrenos. Rara vez beneficia a la población nativa del país, y desde luego, no a los agricultores a pequeña escala, a quienes se les roban sus derechos y ya no son capaces de producir para el mercado local.

7. Utilizarás la política agraria para reducir el hambre y no para aumentarla.
Los acuerdos multilaterales agrícolas y de comercio en muchas instancias reflejan los intereses del Norte y evitan que los países del Sur se expandan y protejan su propia agricultura. El establecimiento de mercados locales de comida se ve seriamente entorpecido por las importaciones baratas. Los agricultores locales a menudo no pueden competir con los productos del Norte que muchas veces están subvencionados.

8. Emprenderás acciones contra los gobiernos corruptos y sus representantes.
La corrupción evita que los ingresos de un país se usen para beneficiar a la población. La inversión en educación, sanidad o programas de desarrollo agrícula a menudo se abandona. Las empresas internacionales y los Estados usan sistemas corruptos para promover sus intereses.

9. Ayudarás aprevenir conflictos armados y guerras.
Las guerras y los conflictos armados son causa de importantes hambrunas y de crisis crónicas de alimentos. La economía se estanca, millones de personas abandonan sus hogares, los campos se quedan sin explotar, se deja que se pudran las cosechas. Con las minas y las municiones radiactivas, bastas extensiones de tierra se quedan inhabitables y la agricultura se vuelve muy arriesgada.

10. Combatirás el hambre de manera eficaz mediante la ayuda al desarrollo.

Paradójicamente, la mayoría de las personas que no tienen suficiente comida viven en medios rurales. Sin embargo, si tu propia porción de tierra no produce lo suficiente, si falta la lluvia o los precios son inestables, si no se proporciona un mecanismo de seguridad, entonces el hambre es una consecuencia directa. La cooperación al desarrollo logra una prevención efectiva y mediante trabajo estructural, mejora los métodos de cultivo, riego y educación, así como un fortalecimiento de la sociedad civil que conllevan seguridad alimentaria a largo plazo.


Para descargar el original consulte: http://www.manosunidas-online.org/redes/index.php/doctema-agricultura-menu/273-decalogo-para-un-futuro-sin-hambre